Philippe Malouin
¿Cuándo te diste cuenta de que querías ser diseñador?
Siempre he hecho cosas desde muy pequeño. Teníamos un taller en casa y solía pasar mucho tiempo allí. Creaba juguetes, coches, rampas de skate, etc. No me di cuenta de que quería ser diseñador hasta que me tomé dos años sabáticos entre el instituto y la universidad para viajar al extranjero. Durante mis viajes, conocí a muchas personas diferentes y pasé un tiempo en Milán cuando era joven. Algunas de las personas que conocí eran diseñadores y transmitían una satisfacción y pasión tan grandes por su trabajo que me inspiraron a buscar la mía propia. Cuando volví a Canadá, me matriculé en un curso básico de arte y diseño y este último me marcó. En ese momento, supe que eso era a lo que quería dedicarme.
¿Qué es la iluminación artificial para ti?
La luz artificial es la forma más rápida de diseñar un espacio. La iluminación en una habitación cambia por completo el estado emocional de quienes la habitan. La luz artificial te permite crear un ambiente para una actividad o tarea específica. La iluminación y el mobiliario adecuados consiguen que un espacio se adapte a tus necesidades y personalidad.
¿Por qué te gusta trabajar con Flos?
Trabajar con Flos es, literalmente, un sueño hecho realidad. En mi opinión, es la empresa de diseño más importante del mundo. Flos es una empresa con una mentalidad increíblemente abierta y con visión de futuro. Me involucraron en todas las fases de nuestra colaboración de diseño y se preocuparon mucho por mi visión del proyecto: desde la idea de diseño inicial, pasando por la investigación y el desarrollo, hasta el marketing y la fotografía. Me sentí implicado y escuchado en todo momento. Un detalle importante es que todas las personas que trabajan en Flos son amables, abiertas e increíblemente profesionales.
¿Cuál es el próximo objeto que te gustaría diseñar?
Lo siguiente que me gustaría diseñar para Flos es un elemento de iluminación más grande. Disfruto trabajando a diferentes escalas. La idea inicial de Flos acabó desembocando en la producción de Bilboquet: un proyecto pequeño, accesible y lúdico, pero, al mismo tiempo, serio. Me encantaría trabajar a una escala diferente la próxima vez.
¿Hay un maestro del diseño, del arte o de la música que consideras una inspiración para tu obra?
No diría necesariamente que Flos es un punto de referencia, ya que hacemos cosas muy diferentes, pero la lista de diseñadores de Flos influye en mis decisiones de diseño por diferentes motivos. Los hermanos Castiglioni me empujan a crear productos lúdicos, pero serios y perfectamente diseñados. Jasper (Morrison) me orienta a diseñar cosas atemporales y con buen gusto. Ronan y Erwan (Bouroullec) me hacen pensar en infundir poesía a los productos a la vez que considero formas innovadoras de fabricación. Jay (Osgerby) y Ed (Barber) me hacen pensar en prestar atención a la forma, el rigor y la proporción. Konstantin (Grcic) me recuerda que debo centrarme en las maravillas de la perfección técnica del diseño. No pretendo poseer estas cualidades, pero aspiro a ello.
¿Qué es el diseño actualmente? ¿Sientes que tienes una misión para con el ser humano y el planeta?
Creo que mi misión es diseñar productos que perduren, trabajar en objetos que resistan el paso del tiempo y no terminen desechados al cabo de unos años de uso. El cuerpo de Bilboquet está hecho de un subproducto de la producción de papel, la esfera procede de la industria de los molinos de viento y la bombilla se puede cambiar fácilmente. La calidad inherente del producto significa que es duradero, ya que cada componente se puede sustituir o reparar. Creo que esta es nuestra responsabilidad con el planeta como diseñadores: crear productos sostenibles y facilitar que la gente los cuide.
Stories sobre el estudio de Philippe y su vida en Londres. ¿Por qué elegiste vivir en Londres?
Mi vida es bastante sencilla. Voy en bici por el parque todas las mañanas hasta el estudio, preparo café y reviso los proyectos que tengo la suerte de que me encarguen. Tengo clientes encantadores que me permiten hacer lo que me gusta, estoy muy agradecido de estar donde estoy. Acabé en Londres porque me ofrecieron un trabajo a tiempo parcial cuando me licencié. En aquel momento me pareció emocionante mudarme a una ciudad tan grande, llena de cultura y bullicio, donde muchos de los diseñadores que admiraba tenían su base, así que me pareció una buena idea. A partir de 2008, sentí que el diseño ocupaba un lugar importante en Londres y los diseñadores también eran creadores, organizaban exposiciones y eran muy proactivos. Conocí a amigos increíbles que se convirtieron en mi familia elegida y se me presentaron muchas oportunidades de trabajo, así que para mí tenía sentido quedarme aquí.
