1960
Una idea brillante
Los comienzos de Flos (que significa «flor» en latín) surgieron de una idea brillante: crear objetos, comenzando con una bombilla, que cambiarían la trayectoria del mercado italiano y de los mercados extranjeros.





Los comienzos de Flos (que significa «flor» en latín) surgieron de una idea brillante: crear objetos, comenzando con una bombilla, que cambiarían la trayectoria del mercado italiano y de los mercados extranjeros.
¿Cómo se transforma una industria en un laboratorio para revolucionar el concepto de «lámpara»? Para Sergio Gandini, quien comenzó a administrar Flos en 1963, los esfuerzos de la empresa y la fantasía creativa podrían coexistir sin contradicción; la combinación de ambos traería éxito a la marca.
En 1972, la exposición «Italia, el nuevo paisaje doméstico» del MoMA de Nueva York – el museo de arte contemporáneo más importante de América – fue un fenómeno popular sin precedentes que celebraba la cultura del arte y la industria.
Todo gran éxito proviene de asumir riesgos (o) del coraje a la hora de apostar. A mediados de los años 80, Sergio Gandini conoció a un joven Philippe Starck y aceptó fabricar su lámpara de cuento de hadas, Arà.
Bajo la dirección de Piero Gandini, Flos se centró en la armonía entre las formas icónicas, la artesanía tradicional y la tecnología de producción en masa. Sin embargo, el paso crucial hacia el cambio vino con la comprensión de que los objetos contemporáneos pueden ser una forma de expresión, con tantas interpretaciones estilísticas como idiomas…
Para Piero Gandini, desarrollar una nueva identidad de Flos significaba tener el coraje de tomar decisiones radicales. Abordar la embestida de los LED en el ámbito de la iluminación fue el primer paso en una segunda revolución productiva que comenzó a principios de la década de 2000 con la adquisición de la firma Antares de…
«Hoy, como nunca antes, debemos encontrar la síntesis entre emociones, tecnología, poesía, necesidades, mensajes, valores estéticos y políticos. No se trata solo de cambiar la técnica, sino también la sociedad misma y nuestros comportamientos, tanto públicos como privados. Debemos ir más allá de nuestra capacidad e imaginación para mejorar las vidas de las personas…